En esta ocasión, queremos hablarte de los dos últimos casos: la fractura y la avulsión, es decir el diente sale entero (raíz y corona).
Si el traumatismo oral ha roto un trozo de diente es posible que la fractura haya afectado a la pulpa o nervio del mismo. Por ello recomendamos que lo recuperes y lo conserves, bien en agua o en leche, y que acudas al odontólogo de manera inmediata.
En la avulsión, el golpe ha sido tan fuerte que ha producido la expulsión del diente de su alveolo. En este caso, recupera el diente sujetándolo por la corona, nunca por la raíz; no lo limpies ni lo enjugues; consérvalo en suero fisiológico, en leche o en la boca (debajo de la lengua); y acude de urgencia al dentista.
Os dejamos la infografía, cortesía del Consejo General de Dentistas, para que os sea de ayuda.