El PRP es un material biológico autólogo, es decir, se obtiene de la sangre del paciente, tomando una muestra por punción venosa en la propia consulta. Posteriormente se centrifuga para separar los distintos componentes. Una porción del centrifugado contiene plaquetas que son las células que participan en la coagulación. Estas células poseen un gran número de factores de crecimiento, los cuales tienen el potencial de estimular la respuesta reparativa de los tejidos dañados. El PRP contiene una cantidad de plaquetas cinco veces mayor que la que se encuentra en la sangre normal. A mayor número de plaquetas, mayor cantidad de factores de crecimiento y, por lo tanto, mejor cicatrización. Una vez obtenido el PRP, éste ya puede aplicarse al lecho mezclado con un material de injerto óseo o bien utilizarse sin mezclar.
Al ser plasma extraído del propio paciente, no es tóxico ni inmunorreactivo para el mismo. Se trata de un material autólogo y, en consecuencia, con nulo efecto antigénico. No hay riesgo de contagio de ningún tipo de enfermedad.
Actualmente esta técnica está siendo utilizada en diferentes campos de la medicina, tales como cirugía oral y maxilofacial, cirugía atroscópica, cirugía ortopédica, cirugía cardíaca, cirugía plástica y reconstructiva, medicina vascular, dermatología…
Ventajas
- Acelera la reparación ósea.
- Acelera la reparación y cicatrización de las heridas, liberando factores que estimulan la reproducción de las células.
- Reduce la inflamación y el dolor local.
- Acorta los tiempos de recuperación.
Aplicaciones en odontología
- Regeneración ósea. Tanto en defectos óseos periodontales, como periimplantarios o previo a la colocación de implantes, ya que acelera la regeneración ósea. El PRP es el complemento ideal para los injertos, ya que sirve para compactar y retener el material de injerto, tanto autólogo como cualquier biomaterial, aportando estabilidad y adhesión. Además, es un excelente osteoconductor y osteoinductor.
- Colocación de implantes. Mejora la estabilidad implantaria y la cicatrización de los tejidos.
- Tras una extracción dental. Con el PRP al mismo tiempo que se sella el alvéolo evitando su contaminación se proporciona una gran concentración de factores de crecimiento y, por consiguiente, se mejora la cicatrización. El PRP tiene un efecto hemostático, así como un aumento en la velocidad de cicatrización, por lo tanto, acelera el postoperatorio en cirugías.