La férula dental o de descarga es un dispositivo fabricado en resina, hecho a medida, que se coloca entre los dientes superiores y/o inferiores para amortiguar la mordida. De esta manera se intenta proteger a la articulación temporomandibular (ATM) – que es la articulación que une mandíbula y cráneo – de movimientos o rechinamientos que se hacen de manera inconsciente o consciente, sobrecargándola, y evitando también el propio desgaste dental.
¿Cuándo debo usarla?
Cuando te encuentres con alguna de estas situaciones:

• Dolor de mandíbula, ya sea al despertar, al masticar o al bostezar.
• Dificultad para abrir la boca con normalidad.
• Chasquidos o crujidos al abrir y cerrar la boca.
• Bloqueo o luxación de la mandíbula.
• Dolor de cabeza, oído cuello, espalda, migrañas, contracturas musculares en la zona de cara y cuello etc.
• Presencia de fisuras, desgastes y sensibilidad dental.
• En pacientes portadores de implantes o rehabilitaciones con prótesis fijas.

En estos casos es importante que acudas a tu odontólogo para realizar un diagnóstico craneofacial completo, para detectar el posible origen del problema y poner el tratamiento adecuado, que puede requerir el uso de una férula, entre otros.
Huye de las férulas que se venden en grandes superficies o por internet, puesto que no están prescritas ni indicadas por facultativos y pueden acabar siendo perjudiciales.