ABRIMOS LOS SÁBADOS

LOGOPEDIA Y ORTODONCIA

Logopedia y Ortodoncia tienen mucho que ver… El propósito de la entrada de hoy es señalar la importancia de detectar los hábitos a temprana edad, señalando los más comunes que presentan los niños, y así evitar que se instale una maloclusión a través del aprendizaje de pautas.

Definición de hábito

Un hábito puede ser definido como la costumbre o práctica adquirida por la repetición frecuente de un mismo acto, que en un principio se hace en forma consciente y luego de modo inconsciente, como son la respiración nasal, masticación, el habla y deglución. Podemos diferenciar entre los considerados fisiológicos o funcionales y aquellos no fisiológicos entre los cuales tenemos la succión que puede ser del dedo, chupete o labio, la respiración bucal, la interposición lingual en reposo y deglución atípica.

Los hábitos a los que vamos a referirnos son aquellos que condicionan una maloclusión:

Hábito de succión digital

Hábito de deglución infantil o atípica

Hábito de respiración bucal

 

Estos hábitos pueden llevarnos a consultar con un ortodoncista, pero hay que tener en cuenta que su intervención profesional debe coordinarse con los conocimientos que ofrece la Logopedia, no sólo trabajar con el niño sino para ofrecer pautas familiares que favorezcan su generalización a la vida cotidiana.

¿Qué relación hay entre el ortodoncista y el logopeda?

La ortodoncia es una especialidad de la  Odontología que se encarga de todo estudio, prevención, diagnóstico y tratamiento de las anomalías de forma, posición, relación y función de las estructuras dentomaxilofaciales; siendo su ejercicio el arte de prevenir, diagnosticar y corregir sus posibles alteraciones y mantenerlas dentro de un estado óptimo de salud y armonía, mediante el uso y control de diferentes tipos de fuerzas.

La logopedia es la ciencia que evalúa, diagnostica y trata los problemas del lenguaje, la comunicación, la voz y la deglución. Su finalidad es la prevención, el diagnóstico, el pronóstico, el tratamiento y la evaluación integral de los trastornos de la comunicación, ya sea que pertenezcan al ámbito del habla o del lenguaje.

La relación entre ambas disciplinas es clara, porque puede haber anomalías de forma, posición, relación y función de las estructuras dentomaxilofaciales que afecten a la deglución y/o  la articulación. Son por tanto complementarias y en algunos casos la intervención se hará de forma conjunta.

¿Cuáles son los hábitos que requerirán una actuación conjunta?

 

1. HABITO DE SUCCIÓN DIGITAL. “El niño se chupa el dedo”

Las repercusiones de este hábito derivan de la posición baja de la lengua, que deja ejercer presión sobre el paladar, de la hiperactividad de los músculos buccinadores que tienden a comprimir el paladar, de la presión pasiva del dedo sobre las arcadas dentarias y de la fuerza que ejerce el dedo sobre el paladar. La succión del pulgar provoca generalmente una mordida abierta anterior y distalización de la mandíbula, ocasionada por la presión que ejercen la mano y el brazo.

Efectos bucales del hábito de succión digital:

  1. Protrusión de los incisivos superiores
  2. Retroinclinación de los incisivos inferiores.
  3. Mordida abierta anterior.
  4. Prognatismo alveolar superior.
  5. Estrechamiento, de la arcada superior (debido principalmente a la acción del musculo buccinador).
  6. Mordida cruzada posterior.
  7. Dimensión vertical aumentada

2. DEGLUCIÓN ATÍPICA

En primer lugar tendríamos que saber cómo es la deglución NORMAL La deglución es una función biológica y coordinada, constituida por una conexión neurológica y un mecanismo sinérgico y antagónico de acciones musculares, regidas por arcos reflejos. La lengua en el momento de deglutir queda situada en el interior de los arcos dentarios, su vértice en contacto con la parte anterior de la bóveda palatina. Se caracteriza por:

  • En el momento de la deglución los dientes superiores e inferiores están apretados, con contacto intercuspideo.
  • La mandíbula está firmemente estabilizada por la musculatura.
  • No hay actividad contráctil a nivel de los músculos periorales, la deglución no se exterioriza en la expresión facial.

La deglución atípica no hay un correcto sellado durante de la deglución.

¿Cuáles son las causas?

  1. La alimentación artificial por medio del biberón.
  2. Amígdalas inflamadas.
  3. Desequilibrio del control nervioso.
  4. Macroglosia.
  5. Anquiloglosia.
  6. Perdida temprana de los dientes anteriores y presencia de un diastema interincisal grande.
  7. Factores simbióticos como la respiración bucal, hábito de succión digital, etc.

3. HÁBITO DE RESPIRACIÓN BUCAL

La respiración normal es aquella donde el aire ingresa libremente por la nariz con un cierre simultaneo de la cavidad bucal, creándose así una presión negativa entre la lengua y el paladar duro en el momento de la inspiración, la lengua se eleva y se proyecta contra el paladar, ejerciendo un estímulo positivo para su desarrollo. Durante la respiración bucal lo que se produce es que durante la inspiración y expiración, el aire pasa por la cavidad bucal, y como consecuencia, provoca un aumento de la presión aérea intrabucal. El paladar se modela y se profundiza, y al mismo tiempo, como el aire no transita por la cavidad nasal, deja de penetrar en los senos maxilares, que se vuelven atrésicos, y dan al paciente un aspecto característicos (aspecto de cara larga).

¿Cuáles son las posibles causas? Las alteraciones que produce la respiración oral pueden catalogarse en 2 tipos:

  • Por obstrucción funcional o anatómica
  • Hábitos bucales

En nuestra consulta disponemos de un EQUIPO MULTIDISCIPLINAR,  es decir: en nuestro centro trabajamos con diferentes especialidades (Ortodoncia, Logopedia, Cirugía, Odontopediatría, Estética dental,…) que trabajan conjuntamente para poder resolver los casos de forma exitosa.