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COMO CEPILLARSE BIEN LOS DIENTES… Y NO MORIR EN EL INTENTO

El cepillado dental es una de las prácticas más importantes para mantener una buena salud bucal. Sin embargo, muchas personas cometen errores sin siquiera darse cuenta, lo que puede comprometer la eficacia de su rutina de higiene oral. En este artículo, te mostraremos los errores más frecuentes en el cepillado dental y cómo evitarlos para lograr una sonrisa más saludable.

  1. No cepillar durante el tiempo adecuado: Uno de los errores más comunes es no dedicar el tiempo suficiente al cepillado dental. La mayoría de los expertos recomiendan cepillarse durante al menos dos minutos, dos veces al día. Sin embargo, muchos individuos no llegan a alcanzar esta duración. Es esencial asegurarse de dedicar el tiempo necesario para cubrir todas las áreas de la boca y limpiar adecuadamente los dientes y las encías.
  2. Cepillar demasiado fuerte: Aunque parezca contraintuitivo, cepillar los dientes con demasiada fuerza puede ser perjudicial. El uso de una presión excesiva puede dañar el esmalte dental y provocar la retracción de las encías. En lugar de aplicar fuerza, utiliza movimientos suaves y circulares para eliminar la placa y los restos de alimentos de forma efectiva.
  3. No usar la técnica adecuada: La técnica correcta de cepillado dental es fundamental para garantizar una limpieza adecuada. Algunos errores comunes incluyen cepillar solo la parte frontal de los dientes o hacerlo de manera horizontal en lugar de en un ángulo de 45 grados hacia las encías. Asegúrate de cepillar todas las superficies de los dientes, incluyendo la parte interna, las superficies de masticación y las encías, utilizando movimientos suaves de arriba hacia abajo.
  4. Descuidar el cepillado de la lengua: Muchas personas se centran únicamente en cepillar los dientes y se olvidan de la lengua. La lengua puede acumular bacterias y restos de alimentos, lo que puede provocar mal aliento y problemas de salud bucal. Utiliza el cepillo de dientes o un limpiador de lengua para eliminar suavemente los residuos y mantener una boca más fresca y saludable.
  5. No reemplazar el cepillo de dientes regularmente: El cepillo de dientes tiene una vida útil limitada y usar uno desgastado puede ser ineficaz e incluso puede acumular bacterias. Se recomienda reemplazar el cepillo de dientes cada tres meses o cuando las cerdas estén desgastadas. Además, si has estado enfermo, es importante cambiar el cepillo de dientes para evitar la reinfección.
  6. Guardar correctamente el cepillo dental. Si compartimos el mismo vaso para guardar los cepillos de la familia, éstos se puedes infectar unos a otros. Además es importante que cuando se tire el agua de la cisterna del váter, se cierre la tapa con el fin de evitar que las bacterias alcancen el ambiente del baño.
  7. Usar poca cantidad de pasta. El tamaño de un grano de arroz en menores de 3 años y el de un garbanzo en adultos. De esta forma evitamos que se genere demasiada espuma, hecho que acorta el tiempo del cepillado por la incomodidad que genera.
  8. Uso de hilo dental o cepillos interproximales. Sobre todo cuando, con el paso de los años, las encías se acaban retrayendo y se tiene a acumular más comida entre los dientes.
  9. No poner agua en el cepillo antes de iniciar el cepillado ni enjuagarse la boca después del cepillado. Si la pasta se queda encima de los dientes, el efecto conseguido será mayor.